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no consientas ni les escuches, ni tengas misericordia de ellos. No perdonarás a tal persona; no encubrirás su horrible sugerencia. Deberá morir. Tu propia mano será la primera que se levante en su contra para darle muerte, y luego la mano de todo el resto del pueblo. 10 Será apedreado hasta la muerte porque trató de alejarte del Señor tu Dios que te sacó de la tierra de Egipto, de la tierra de esclavitud.

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